ENTRE BRAGAS
A Ciegas...
Por: Erógena
Dicen que nunca terminas de conocer a las personas, pero después de 4 semanas de estar con el en todos los sentidos, de gritarnos, rasguñarnos y mojarnos en un solo lugar, sentía que ya sabia todo de el, la verdad me encantaba, pero a decir verdad lo que mas me excitaba era ese misterio y millón de secretos que reflejaba su mirada.
No estaba enamorada, pero su forma de moverse en la cama hacia que me volviera en la persona mas adicta a el. Siempre he sido un poco tradicional en la cama, pero el me llevo a lugares que nunca imagina y quizá si hubiera sido otra persona me hubiera enfadado.
Sus sorpresas eran exquisitas y llenas de misterio. Me llevo a un lugar retirado de la ciudad, parecía una casa de campo pero esto era solo una fachada, llegue a un lugar lleno de cosas nuevas, peor realmente lo sabia por los olores por que en realidad llevaba mis ojos vendados. Cuando el tiempo y las escaleras fueron aumentando llegamos a un lugar extraño.
Empecé a sentir como sus dedos recorrían todo mi cuerpo y sus dientes se encargaban de arrancarme la ropa. Una mezcla de calor y frio me confundían en un mar de gemidos. un poco caliente y esto hacia que mi temperatura subiera mas rápido delo que me tomo descubrir donde estábamos. La agresividad realmente le daba el toque perfecto al momento, estábamos en el nivel mas alto y las cadenas eran el complemento perfecto para sentirme mas fuerte que nunca.
Cuando el retiro la venda de mis ojos, yo me encontraba en el nivel mas alto de excitación, estaba atada a la cama y sus manos recorrían todo mi cuerpo como si no hubiera un fin. Su delicadeza hacia que mi nivel llegara tan alto que no había escapatoria. Probamos cosas nuevas pero su experiencia en el sexo agresivo me llevo a lugares donde jamás pensé llegar. El vapor de la tina y sus manos recorriendo todo mi cuerpo fueron el mejor cierre para una noche llena de placer, en un lugar lleno de cadenas y látigos.