


ENTRE BRAGAS
Aburrida de un millón de cosas y al mismo tiempo de lo mismo, mi mejor amiga me abre una cuenta en una aplicación, para conocer chicos caliente, que más da digo yo, siempre hay que probar cosas nuevas. Incluso quien no necesita un poco de peligro y aventura en su vida.
El era misterioso y un poco cariñoso, descifrar lo que sus ojos escondían era todo un desafío, pero incluso había algo en el que me preocupaba, pues yo sabía que escondía un gran misterio. Yo dormía mientras veíamos una película, pero en un momento me empecé a sentir un poco rara, sentía que había algo que me hacia sentir mas que bien, parecía un sueño húmedo y un poco mas que excitante, pero mis sensaciones estaban tan alteradas que mi cuerpo apenas podía sentir su respiración.
Mis ojos estaban sellados y tampoco me atrevía a abrirlos, con el pasar de los minutos, que para mi eran segundos llenos de adrenalina, comencé abrir los ojos cuando realmente me di cuenta que el estaba ahí, haciéndome viajar en un mundo lleno de placer. Su lengua recorría todo mi cuerpo, pero iba tan lento que todos los sentidos de mi cuerpo estaban completamente alterados. Aunque el era muy pasivo, la forma en la que sostenía mis piernas me hacia sentir en una batalla, donde yo parecía ser la ficha dominada.
Mi poder de decisión quedo reducido al silencio, los minutos pasaban y la temperatura de mi cuerpo aumentaba hasta el punto en el que el tuvo que penetrarme. Su adicción pronto se convertiría en la mía, somnofilia. No había otro lugar en el cual yo habría deseado estar, en esta pequeña habitación, yo había llegado al punto mas alto, las sabanas fueron mi mejor apoyo.
Sueños Mojados!
Por: Erógena
