


ENTRE BRAGAS
Encuentro de piel...
Por: Débora
Si, soy Débora. Mi apetito sexual no es fácil de saciar, siempre quiero más y más. Me gusta tocar, sentir, chupar, coger, gritar, acariciar, morder, lamer, rasguñar y escuchar. Lo admito soy pervertida, mirona y me excito con facilidad y lubrico mucho, muchísimo. He estado en la cama de varios hombres pero tanto ellos como yo saben quién soy y lo que pueden esperar de mi, son simplemente un momento de sexo. No puedo decir que no lo disfruto porque me enloquece sentirme deseada y excitar a los hombres hasta que no puedan más… algunas veces siento ganas de enviarles un mensaje para recordarles lo increíble que me hacen sentir. Pero lo pienso y no tiene ningún sentido hacerlo. Me gusta que me digan: “Jamás me lo habían hecho tan rico” todos creen que tengo una amplia experiencia y la verdad no.

Según el horóscopo tengo el monte de venus muy pronunciado y creo que sin duda tiene razón irradio sensualidad y pasión, me encanta hablar de sexo aunque prefiero practicarlo y dar para el taxi, o tener sexo y no volverles a hablar, o tener sexo y eliminarlos de todo, así la haya pasado muy bien.
No juego a tener sexo con cualquiera, llevarme a la cama es fácil, pero mi juego lo gana un hombre inteligente, maduro, tal vez un hombre igual o peor de pervertido a mí, que no le de pena nada, que sepa manipular mis deseos con juegos sin fin. Me he sentido sola muchas veces y he gritado amor sin ser correspondida, sé que soy complicada no busco un buen polvo. Sueño con un hombre que me haga volar, que aprenda a sorprenderme, alguien impredecible que con sólo besarlo se me mojen las bragas y me haga llegar a las estrellas, que cuando me mire sienta que me desea como nunca, que cuando me toque nuestras pieles ardan de deseo. Un hombre seguro de si mismo que por su forma de tocar demuestre si es tosco o tierno, si es experimentado o no, que su facilidad de buscar poses en momentos de acción demuestre su agilidad y creatividad.
Me encanta cuando los hombres pasan de lo tierno a lo salvaje en un instante y en especial cuando el hombre que aparece frecuentemente en mis sueños se transforma en un animal salvaje, me mira con deseo y con un toque de perversión, su mirada cambia constantemente mientras me acaricia hasta llegar a una mirada llena de amor y de ternura, no logro distinguir su rosto la luz casi siempre es tenue. Cuando toco su piel se excita y es inevitable un leve suspiro o pequeño brinquito porque es muy sensible y me encanta eso, sentir su respiración tan agitada me hace enloquecer, siento un deseo profundo de que explore todo mi cuerpo hasta el rincón más profundo de mi ser. Quiero que me acaricie con las yemas de sus dedos, que me haga círculos, rayitas o cuadrados hasta triángulos y sienta como mi vagina lubrica más y más con cada caricia, que juguete con mis pezones, que se excite cuando yo haga gestos picarescos y me escuche gemir suavemente, al sumergir su miembro en mí alucino destellos de luz, se mueve de maravilla, pareciera que me conociera en totalidad sabe como hacerme gemir de placer cuando estoy apunto ver su rostro y de llegar… pero siempre me despierto sudando con la respiración agitada y una sonrisa gigante, mi entrepierna esta caliente y mi ropa interior muy mojada.

